domingo, 4 de enero de 2009

El fulminante poder de las palabras

Quién no ha comprobado el poder de las palabras, ya sean pronunciadas (aquí entran los floreros) o ya sean escritas (mediante cartitas de amor, por ejemplo) a la hora de pedir una oportunidad más o de tan sólo expresar los mejores sentimientos hacía el ser amado.

Supongo que más de una vez escribiste y recibiste una de esas cartitas (ya sea en hojitas, mensajes de texto o correos electrónicos). Pues en esta ocasión les contaré el poderío de las palabras escritas, y las razones por las cuales las considero de mayor eficacia, desde cierto punto de vista, que las palabras pronunciadas.

Hace unos días, viajando a Cañete en un bus interprovincial (luego les revelaré el nombre de la empresa) no pude dejar de observar a una linda chica sentada en un asiento delante mío y cruzando el pasillo, una hermosa chica de unos 18 años, de uñas naranjas y con un corte de cabello corto que le asentaba muy bien; era imposible que esta chica pasará desapercibida ante mis ojos y ante los de cualquier otro ser que se considere del sexo masculino; me percaté que todo el viaje hacia Cañete se la pasó mensajeándose con alguien, supongo que con su enamorado, y además observé, casi llegando a la balanza de transportes, la cual está unos kilómetros antes de Cerro Azul, que sacó de su bolso naranja una billetera, y que de esta última sacó unas hojitas con algo escrito en ellas, supongo que era una cartita de amor que le escribió su enamorado, pues se la pasó leyéndola un buen rato.

Qué chevere es que alguien te escriba cosas lindas, a las chicas les encanta esos detalles y con seguridad también a los varones (sí tú que has llegado a leer hasta aquí), por más que lo nieguen; y también se siente muy bien cuando le escribes, con tu mejor esfuerzo, unas líneas a tu media naranja. Esto es así te guste o no!! Somos seres humanos, y tenemos nuestras debilidades.

No me desvío del asunto de la chica y continuó contándoles qué más sucedió. Esta preciosa mujer terminó de leer sus dos hojitas, estaban escritas por ambos lados, y entonces las guardó, pero antes que las guardase experimenté como una gran iluminación, cosa que raras veces ha sucedido en mi vida, jaja, se me ocurrió escribir en mi recién nacido blog, algo sobre lo que estaba observando, sobre el inmenso poder de las palabras, sobre los grandes efectos positivos que puede lograr unas cuantas línea escritas en un papel, y entonces con iPod en mano empecé a escribir a toda velocidad, pues yo bajaba en Cañete y ya no quedaba mucho tiempo, un bosquejo de lo ahora están leyendo, es así que luego de esta insólita inspiración, otra idea más vino a mi mente, una más descabellada, la cual consistía en capturar una imagen de la chica leyendo sus hojitas sin importarle si las otras personas del bus la estaban observando. Fue entonces cuando el primer obstáculo apareció ante mí para desalentarme, ¿cómo mela le iba a tomar la foto, sin llamar la atención, si yo estaba detrás de ella y con todos los asientos ocupados? Si era derrotado por este obstáculo, jamás lograría finiquitar mi objetivo. Entonces una batalla interior estalló en mi cabeza, tenía muchas alternativas y motivos para alcanzar mi objetivo y, por otro lado, también tenía muchas excusas para abondonar y dejar a un lado el plan, era como la lucha eterna entre el bien y el mal, o entre el angelito y diablito que todos tenemos. En esos momentos me sentía muy osado y muy tímido a la vez, con ganas de triunfar o de abandonar y así evitar un "rochezazo" más de los tantos que he experimentado en mi vida. Entonces recordé una frase que leí justo ayer en internet:

"El que quiere alcanzar un objetivo busca un motivo, el que no, busca una excusa para no alcanzarlo"

Así pues pensé bien las cosas y decidí abandonar, jaja, mentira, para nada! Todo lo contrario, no quise considerar ninguna estúpida excusa y sólo pensé en cómo enfrentar mis miedos interiores. Decidí esperar a que la chica bajara del bus para luego abordarla; así sucedieron las cosas, cuando llegamos a Cañete, ella se levantó de su asiento para avanzar hacia la salida, yo la imité haciendo lo mismo, y cuando los dos estábamos ya abajo, me acerqué y le comenté sobre mis planes y que necesitaría de su ayuda para hacer más interesante, lo que sería mi segunda entrada de mi floreciente blog; le mostré mi bosquejo y al parecer le encantó pues observé cómo se le dibujaba una leve sonrisa en el rostro, y aunque al inicio estaba dudosa sobre la foto, logré convencerla para hacerle una en la Plaza de Armas de San Vicente, ya que ya no se podía en el bus por obvias razones. Aquí algunas fotos (en la de arriba aún no se anima a sacar la cartita, y en segunda se observa que las hojas fueron dobladas en ocho xD)







Antes de hacerle la foto, me comentó que se mensajeaba con su amiga, y no con su enamorado como yo lo había imaginado, y que acerté al pensar que su enamorado le había escrito la cartita, lo que no adiviné y ni se me pasó por la mente, fue que había terminado con él pocas horas atrás. También me contó que es una chica muy popular y eso no era difícil de adivinar.

Me contó además que para viajar, generalmente tomaba el Soyuz, yo le comenté también lo mismo, es así pues que por casualidades del destino, ambos coincidimos en este bus de la empresa Flores Hnos., así pues debo considerar que el "destino" esta vez jugó a mi favor, ya era hora "destino", me tenías muchas pendientes, jaja.

Así pues, compruebo una vez más el poder de las palabras escritas, un bosquejo muy esmerado y hecho en un corto tiempo, me ayudó, mucho más de lo que esperaba, a conocer a una linda chica de Cañete, a la cual agradezco por permitir capturar un instante de su vida, gracias totales Claudia!! Te debo una que te prometo valdrá por dos!! Saludos y espero te haya gustado esta entrada.

Y ya saben blogueros y blogueras, no sería mala idea si se animan a escribirle unas líneas a su "amorcito", jaja, a través de un emilio, de un sms o de un papel, siempre y cuando lo hagan de corazón.